Irán en junio: un viaje por la belleza escondida de Persia
Mejor época para viajar: Junio es una ventana interesante para conocer Irán, especialmente si se centra el viaje en zonas del norte y de altura, donde las temperaturas son agradables y los paisajes verdes tras la primavera. Es un mes de cielos despejados, sin aglomeraciones y con acceso total a las principales rutas históricas y naturales.
Temperaturas medias en junio:
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Teherán: 34 °C de máxima / 22 °C de mínima
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Isfahán: 36 °C de máxima / 20 °C de mínima
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Shiraz: 37 °C de máxima / 21 °C de mínima
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Tabriz (norte montañoso): 30 °C de máxima / 16 °C de mínima
Descripción experiencial del destino:
Irán es uno de los destinos más injustamente desconocidos del mundo. Su riqueza cultural, su hospitalidad y la belleza de su arquitectura hacen que cada jornada sea una sorpresa. Mezquitas de azulejos imposibles, jardines persas, caravasares, bazares vivos, ruinas como Persépolis y la calidez humana de sus habitantes convierten el viaje en algo trascendente. En junio, mientras el sur comienza a calentar, el norte y las ciudades del altiplano se disfrutan con luz dorada y un ritmo apacible.
Plan de viaje:
La ruta clásica incluye Teherán, Kashan, Isfahán, Yazd, Shiraz y Persépolis. En junio puede ser buena idea añadir Tabriz y la región del Mar Caspio para compensar el calor del centro-sur. Viajar con guía local en coche privado facilita los desplazamientos y enriquece la experiencia.
Resto del año:
La primavera (marzo–mayo) es la mejor estación globalmente. Julio y agosto son muy calurosos en el sur y desierto, aunque posibles en zonas montañosas. Otoño es también excelente. En invierno, las nevadas afectan zonas del norte, pero el país sigue siendo visitable en las ciudades del centro.
Experiencia viajera: Hospitalidad, cultura, asombro.