Svalbard en julio: osos polares, sol de medianoche y aventuras árticas
Mejor época para viajar: Julio es el mes clave para explorar el archipiélago de Svalbard. Con temperaturas relativamente suaves y 24 horas de luz solar, es posible navegar por sus fiordos, avistar fauna ártica y hacer excursiones únicas bajo el sol de medianoche.
Temperaturas medias en julio:
Longyearbyen: 5–8 °C de máxima / 2–4 °C de mínima
Descripción experiencial del destino:
Svalbard es uno de los rincones más salvajes y remotos del planeta. Julio permite descubrir sus paisajes blancos y costas de hielo en su momento más accesible. Entre icebergs y glaciares, es posible ver osos polares, morsas, renos, zorros árticos y aves migratorias. Navegar por sus aguas turquesas, caminar sobre glaciares o adentrarse en cuevas de hielo son experiencias que solo aquí se viven. La sensación de estar al borde del mundo es constante, y el ambiente polar en verano resulta sorprendentemente acogedor.
Plan de viaje:
Vuela desde Oslo a Longyearbyen, capital de la isla principal. Desde allí puedes embarcarte en un crucero de expedición o hacer excursiones guiadas por tierra y mar. Las rutas y duración dependen de las condiciones meteorológicas, que cambian rápido en el Ártico.
Resto del año:
Mayo y junio son similares, pero más fríos. De agosto en adelante, el sol de medianoche desaparece y empiezan las noches polares. De octubre a febrero, ideal para auroras boreales, pero con mucho frío.
Experiencia viajera: Ártico, naturaleza, aventura.